Bernanke formuló declaraciones al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes en su segundo día en el Capitolio, en el que informó a los legisladores sobre los problemas que acosan a la economía.
El directivo habló mientras se desvanece la confianza en el sistema financiero estadounidense y en la economía nacional.
La Reserva y el Departamento del Tesoro salieron el domingo al rescate de las dos gigantescas empresas, ofreciéndoles un salvavidas financiero.
Las dos mantienen o garantizan hipotecas por más de 5 billones (correcto) de dólares, casi la mitad del total en la nación. El gobierno de George W. Bush pide al Congreso que aumente temporalmente las líneas de crédito a ambas y permita al gobierno comprarles acciones. La Fed ha ofrecido permitir que las compañías apelen a préstamos de emergencia.
Las promesas de ayuda han planteado preocupaciones en el Congreso y en otros ámbitos sobre el papel del gobierno para intervenir a fin de aliviar los problemas financieros de las firmas, como también mitigar el riesgo para los contribuyente.
Las dos empresas están "capitalizadas adecuadamente", afirmó Bernanke. Sin embargo, "la debilidad de la confianza del mercado está afectando" a las dos, lo que les dificulta recaudar capital.
Las acciones de las compañías se han desplomado a medida que las pérdidas de sus tenencias hipotecarias amenazaban su supervivencia financiera.
El plan de rescate del gobierno se propuso enviar un mensaje a los inversionistas en todo el mundo de que el gobierno está dispuesto a tomar todas las medidas necesarias para impedir que los problemas del mercado crediticio que comenzaron el año pasado invadan los mercados financieros y sigan debilitando la economía y los mercados de la vivienda.
Por segundo día consecutivo, Bernanke delineó los problemas de la economía, incluyendo una depresión en la vivienda, conmoción financiera, dificultades crediticias y elevados costos de combustibles y alimentos.
Los formuladores de políticas del banco central enfrentan "desafíos significativos" a medida que tratan de encauzar la economía, dijo su titular a los legisladores.
La Reserva no puede volver a reducir las tasas de interés porque agravaría la inflación. Por otra parte, aumentar las tasas para mantener a raya los precios asestaría un revés a la frágil economía y al ya debilitado mercado de la vivienda.
Por ese motivo, la mayoría de los economistas pronostica que Bernanke y sus colegas dejarán las tasas tal como están cuando se reúnan el 5 de agosto.
Es difícil trazar un camino cuando prevalece la incertidumbre, dijo Bernanke.
Asimismo dijo que la inflación se mantiene alta y "parece probable que suba más a corto plazo".
Los precios al consumidor subieron 1,1% en junio, el mayor aumento desde septiembre del 2005, informó el gobierno el miércoles.